Una de las
formas más simples de aumentar la velocidad de una reacción consiste en
aumentar la temperatura, pero en algunas ocasiones no es aconsejable o
bien porque disminuye el rendimiento de la reacción o bien porque los
reactivos se descomponen formando otros productos no deseados. Hay otro
proceso alternativo para aumentar la velocidad de la reacción sin alterar
la temperatura y consiste en introducir en el medio una sustancia, llamada
catalizador, que consiga el
mismo efecto. También existen otras sustancias llamadas
inhibidores que consiguen el efecto
contrario, ralentizar la reacción.
Un
catalizador puede definirse como una
sustancia capaz de hacer que un sistema químico alcance más rápidamente su
estado de equilibrio, sin alterar las propiedades de dicho equilibrio ni
consumirse durante el proceso.
Los catalizadores deben tener las siguientes características:
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No debe ser
ni reactivo ni producto,
por lo tanto no aparecerá en la ecuación global
de la reacción química.
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Son eficaces
incluso si existe en muy pequeñas cantidades
en el sistema químico.
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Se recupera
al final del proceso
en el mismo estado en el que se ha introducido,
es decir, que podría volver a utilizarse de nuevo.
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No altera
las variables termodinámicas del proceso,
porque el catalizador ni aporta ni consume
energía del sistema; no cambia ni ∆H ni ∆G ni ∆S de la reacción.
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Un proceso
que no sea espontáneo no será favorecido
por la presencia de un catalizador.
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Acelera por
igual la reacción directa e inversa.
El catalizador conduce la reacción más
rápidamente al estado de equilibrio por ambos sentidos.
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En general,
los catalizadores son específicos, es
decir, aceleran sólo una reacción concreta y no el resto.
Un catalizador actúa sobre los estados intermedios del mecanismo de la
reacción disminuyendo la energía de activación, tanto la directa como la
inversa, tal y como se muestra en la figura.

Por su parte, un inhibidor, lo que hace es aumentar la energía de
activación, haciendo, de esa manera, que la velocidad de la reacción
disminuya.
Hay varios tipos de procesos de catálisis:
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Catálisis
homogénea:
En este caso, el catalizador se encuentra en la
misma fase que los reactivos. Puede ser en fase gaseosa o en fase
líquida, pero en cualquier caso es poco utilizada a nivel industrial,
sin embargo adquieren gran importancia en los estudios de los problemas
medioambientales de la atmósfera. Por ejemplo, la reacción de
destrucción del ozono (gas) es catalizada por la presencia de átomos de
cloro o flúor (también gaseosos) procedentes fundamentalmente de los CFC
(sustancias utilizadas en los propelentes de aerosoles y en los aparatos
de refrigeración).
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Catálisis
heterogénea:
el catalizador se encuentra en una fase distinta a
la que están los reactivos. Se utiliza mucho en procesos industriales y
su mecanismo más común está basado en la adsorción
de las moléculas reaccionantes (generalmente gases) en la superficie del
catalizador (generalmente sólido). Algunos ejemplos son:
1.- Síntesis del
amoniaco por el método de Haber.
2.- Oxidación del
dióxido de azufre (SO2): este proceso, muy importante
como paso intermedio en la fabricación de ácido sulfúrico es catalizado
por Platino (o u óxido de vanadio V2O5 que es más
barato pero menos eficaz) según el siguiente proceso:

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Catálisis
enzimática:
Casi todos los procesos bioquímicos necesitan ser
catalizados porque deben tener lugar a 37 ºC, que es una temperatura
relativamente baja. Las sustancias que catalizan las reacciones
bioquímicas se llaman enzimas y son
proteínas de elevada masa molecular. La catálisis encimática presenta
dos características diferenciadoras:
1.- Su eficacia es muy superior a cualquier otro
tipo de catalizadores artificiales utilizados hasta la fecha.
2.- Son muy específicos, cada enzima, por lo
general, sólo cataliza una reacción muy concreta.
En la catálisis enzimática, el reactivo o sustrato
encaja perfectamente en un punto específico de la molécula del enzima,
manteniéndose en esta posición por fuerzas intermoleculares. Después de
esta adsorción, la configuración de la enzima puede debilitar el enlace
clave del sustrato aumentando así la velocidad de la reacción:

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