Biografías
Arquímedes de Siracusa
Es hijo del astrónomo Fidias, quien probablemente le introdujo en las matemáticas. Arquímedes estudió en Alejandría, donde tuvo como maestro a Conón de Samos y entró en contacto con Eratóstenes (celebre matemático, astrónomo y geógrafo griego) al que dedicó su Método. Tras estudiar en Alejandría, regreso a Siracusa, donde se dedicó de lleno al trabajo científico. Durante el asedio de Siracusa por el general romano Marcelo, Arquímedes, a pesar de no ostentar cargo oficial alguno se puso a disposición de Hierón, llevando a cabo prodigios en defensa de su ciudad natal, pudiéndose afirmar que él sólo sostuvo la plaza contra el ejército romano.
Entre la maquinaria de guerra, cuya invención se le atribuye, está la
catapulta y un sistema de
espejos y lentes que
incendiaba los barcos enemigos al concentrar los rayos del Sol; según
algunos historiadores, era suficiente ver asomar tras las murallas algún
soldado con cualquier objeto que despidiera reflejos brillantes para que
cundiera la alarma entre el ejército sitiador.
A pesar de las órdenes del cónsul Marco Claudio Marcelo de respetar la vida del sabio, durante el asalto un soldado que lo encontró abstraído en la resolución de algún problema, quizá creyendo que los brillantes instrumentos que portaba eran de oro o irritado porque no contestaba a sus preguntas, le atravesó con su espada causándole la muerte. Se dice que sus últimas palabras fueron: “no molestes a mis círculos”
Aunque probablemente su contribución científica mas conocida sea
El Principio de Arquímedes, no fueron menos
notables sus adquisiciones acerca de la
cuadratura del círculo, el
estudio de la palanca, el tornillo de Arquímedes (máquina utilizada para
la elevación de agua), el descubrimiento de la relación aproximada entre
la
circunferencia y su
diámetro, relación que se
designa hoy día con la letra griega
π (pi), ... El principio de Arquímedes que establece que el empuje que experimenta un cuerpo sumergido en un fluido es igual y de sentido opuesto al peso del volumen de líquido que desaloja. Con este principio descubrió que el rey Hierón había sido objeto de una estafa al encargar una corona de oro. Cuenta la leyenda que descubrió la solución mientras se estaba bañando y salió corriendo desnudo de su casa gritando "eureka" (¡lo he descubierto!).
Ana
Zaragoza
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